Afrutado, intenso, ligero… Estos bien podrían ser sinónimos fácilmente asociables al vino. No obstante, existen otros de los que se oye hablar menos, como es el caso del adjetivo tranquilo.
¿Un vino tranquilo? Sí, existen vinos tranquilos, que son fruto de un proceso de elaboración concreto. Además, es recomendable que estos tipos de vinos se conserven mediante el uso de vinotecas, para garantizar un almacenaje sin oscilaciones térmicas o luz directa.
El vino tranquilo: ¿qué es?
La peculiaridad del vino tranquilo se encuentra en la fermentación. Y es que a diferencia de los demás vinos, en el vino tranquilo la fermentación se produce de forma natural por las levaduras, que son las que transforman el zumo de la uva en vino.
Asimismo, este vino posee un porcentaje de alcohol que se sitúa entre el 8,5% y el 14%. Al tener una presencia muy escasa de gases carbónicos, los vinos tranquilos no tienen burbujas.
Además, ¿sabías que a lo contrario de lo que sucede con los niños, la mayoría de vinos son “tranquilos”? Un dato que demuestra su relevancia en el mercado.
¿Qué tipos de vinos tranquilos existen?
Los vinos tranquilos pueden subdividirse en 4 tipos distintos, en función de sus niveles de azúcar:
- Vinos semidulces: son aquello que contienen entre 30 y 50 gramos de azúcar por litro de vino.
- Vinos dulces: con más de 50 gramos de azúcar por litro de vino. ¡No apto para diabéticos!
- Vinos secos: son los vinos tranquilos menos dulces. Poseen menos de 5 gramos de azúcar por litro de vino.
- Vinos semisecos: con entre 5 y 30 gramos de azúcar por litro de vino.
Esta división resulta especialmente útil para ponerla en práctica tanto con las reglas de maridaje como de antimaridaje de vino.
Y el vino nervioso, ¿existe?
Vivimos en un mundo en que existe el color negro y el blanco, el frío y el calor, la bondad y la maldad. Y, como hemos visto, existen los vinos tranquilos. Por lo que, en efecto, también los nerviosos.
Los vinos nerviosos son aquellos espumosos, es decir vinos con una alta presencia de gas carbónico. ¿Tú, de qué eres más, de vinos tranquilos o nerviosos?
Tanto seas más propicio para un tipo de vino u otro, hay un punto en común que se extrapola a cualquier tipo de vino: la importancia de las óptimas condiciones de conservación.
En Vitempus apostamos por la excelente conservación de los vinos, ya sean espumosos como vinos tranquilos. Con el objetivo de lograr un pleno disfrute en cada sorbo.
¡Descubre nuestro catálogo y empieza a disfrutar de tus vinos a su temperatura idónea!
